En los últimos años, las tendencias más innovadoras en desarrollo web están centradas en el lenguaje Javascript, tanto en el lado del cliente (frontend) como en el lado del servidor (backend). Por esa razón se están creando numerosas herramientas para facilitar el desarrollo a los programadores web, como los nuevos entornos de desarrollo Integrados (IDEs) centrados en web, frameworks y librerías.
Los frameworks web facilitan enormemente el desarrollo de aplicaciones web atractivas y fáciles de usar para el cliente final. Se centran sobre todo en Single Page Applications (SPAs) para realizar operaciones cliente-servidor en una única página web sin necesidad de hacer refresco de página. Para ello emplean mecanismos propios de refresco de datos y variables de forma transparente para el desarrollador, que los proveen de una gran potencia y rapidez a la hora de crear sitios web.
Entre los frameworks de desarrollo web más populares podemos encontrar Angular.js, Vue.js o React.js. Este último es uno de los más demandados actualmente, creado por Facebook como una librería de código abierto para desarrollar aplicaciones web basadas en componentes.
Un componente es un módulo de datos que realiza unas operaciones definidas por el desarrollador y que cuenta con su propio interfaz gráfico, con la ventaja de que puede ser usado y reutilizado en múltiples páginas web sin necesidad de reprogramarlo. Un ejemplo de componente puede ser una calculadora, y la forma de introducirlo en tu web es tan sencilla como escribir“<Calculadora/>” en el código de tu página.
Este es, a grandes rasgos, el principal atractivo de React.js. Si nos ponemos más técnicos podemos decir que el framework está construido en torno a funciones, que toman las actualizaciones de estado de la página y que se traducen en una representación virtual de la página resultante.
Cuando se produce en React.js un cambio de estado, vuelve a ejecutar esas funciones para determinar una nueva representación virtual de la página, a continuación, se traduce automáticamente ese resultado en los cambios del DOM (Document Object Model), es decir, la representación en forma de objetos de una web, necesarios para reflejar la nueva presentación de la página.
Aunque pueda parecer que de esta forma se tardaría más tiempo en mostrar una página, React.js tiene un algoritmo muy eficiente para determinar las diferencias entre una representación y otra, con lo cual, únicamente se producen cambios en los elementos que son diferentes, haciendo que el proceso sea muy veloz.
React.js es principalmente usado en las populares redes sociales de Facebook o Instagram, aplicaciones que, por cierto, tratan un gran volumen de datos constantemente.
En Teldat, usamos el framework de React.js para las aplicaciones web que ofrecemos a nuestros clientes de dispositivos de redes en nuestras soluciones SD-WAN. Con esta tecnología ponemos en manos de las empresas aplicaciones atractivas, robustas y eficientes, que el cliente final pueda usar con facilidad.