Es cierto que casi todo el mundo conoce ya lo que es User Experience (UX) o Experiencia Usuario. Concepto que se ha puesto de moda los últimos años y que grandes multinacionales digitales como Amazon, Facebook, etc. no solo conocen, sino que tienen equipos enteros dedicados a su estudio y aplicación.
Como ha comentado en un post previo mi compañero Jorge Parra, la usabilidad a día de hoy no consiste únicamente en hacer que un usuario se maneje mejor dentro de una página web. La usabilidad, como dijo Donald A. Norman en el año 98, tiene como objetivo final acercar el usuario y el ordenador, mediante sistemas usables, seguros y funcionales. Eliminando de manera plausible el espacio entre la tecnología y las personas. Eventualmente, podríamos conseguir que este espacio estuviera vacío y llegara al caso ideal en que el ordenador fuera invisible.
Por ese camino vamos. La usabilidad debe estar tan sumamente estudiada y refinada, que debe hacer invisible al ordenador, haciendo que la tecnología deslumbre. Elementos como Alexa o Siri tienen como finalidad vital conseguir procesos cada vez más ágiles y suavizar el proceso de comunicación “humano-máquina”.
Dándole tanta importancia, cabe esperar que, dentro de los equipos de usabilidad de las grandes empresas, no tengan únicamente formación informática, sino también habilidades relacionadas con la psicología. De esta manera, no solo pueden estudiar la fase dos, la de modular la tecnología para que sea usable, sino que se dedican a estudiar el comportamiento humano a fondo, para entender y ser lo más precisos posible.
Una vez entendido el concepto de usabilidad y experiencia de usuario y su objetivo primario, podemos afirmar que estas se aplican en los distintos sectores con objetivos secundarios distintos. En un ecommerce, la finalidad de la experiencia de usuario se aplica al proceso de compra. Cuantos menos pasos, clicks o pantallas tenga que superar el usuario, más eficaz es el proceso de compra y mayor beneficio acaba teniendo la tienda. En redes sociales, la rentabilidad sigue siendo la reina, pero la manera de conseguirla cambia.
Las plataformas sociales tienen como modelo de negocio el comportamiento humano. Profesionales dedican sus esfuerzos a estudiar cómo hacer su plataforma más atractiva. De esta manera, no buscan reducir el tiempo de cada persona por página, sino todo lo contrario. Su objetivo es enganchar al usuario. Mientras más tiempo pase en la plataforma, más rentable es esta.
De todo esto, la conclusión que debemos sacar es que, si hablamos de tecnología, debemos hablar de psicología. Si queremos que la tecnología tenga una rentabilidad, sea económica, o de cualquier otro tipo, debemos posicionar al usuario de esa tecnología en un trono. O, mejor dicho, en un tubo de ensayo.
En Teldat, tenemos esto muy presente y nos esforzamos día a día para acercar nuestra tecnología a los distintos usuarios finales que la consumen. Estamos comprometidos en tener un impacto positivo en la gestión eficaz del tiempo de nuestros clientes e implementamos estos principios en cualquier desarrollo.