La explosión de los servicios en la nube, como el «cloud gaming» lleva el grueso de la carga computacional a los servidores situados en Internet, liberando de ella a los equipos finales. Este nuevo paradigma da lugar a unos requisitos de red más exigentes, tanto en Internet como en los routers domésticos a través de los que se accede. Hoy nos centraremos en los requisitos de los servicios de videojuegos en la nube que, aunque se encuentran en una fase incipiente, empiezan a ser cada vez más accesibles.
¿Qué es el cloud gaming y cómo funciona?
El cloud gaming, también denominado juego bajo demanda, consiste en una plataforma de streaming de vídeo especialmente pensada para videojuegos. Los juegos son procesados en los centros de datos del proveedor de juegos y su resultado es enviado al jugador mediante un sistema de streaming de vídeo para ser visionado. El jugador interactuará con el videojuego mediante un dispositivo de entrada, generalmente teclado, mando o móvil, y las ordenes se envían de vuelta al centro de datos para que las procese y genere nuevas escenas de vídeo como resultado de la interacción.
La ventaja de esta nueva arquitectura es que el jugador no requiere de equipamiento actualizado para disfrutar de los últimos juegos del mercado. Por contra, se requiere de ciertas características en la red para que la experiencia sea satisfactoria.
¿Cuáles son los requisitos de red para acceder a servicios de cloud gaming?
Los requisitos de red para acceder a los servicios de cloud gaming son determinados por el ancho de banda de la red y la latencia o ping. El ancho de banda limita la máxima calidad de imagen que se puede visionar (sentido de descarga o downstream), mientras que la latencia limita la velocidad de reacción del juego ante las órdenes generadas por el usuario (sentido de subida o upstream). Este último concepto es comúnmente conocido como input-lag en el mundo de los videojueos.
A día de hoy, y de acuerdo con el servicio GeForce NOW de NVIDIA, para cubrir los requisitos en el sentido downstream se suele necesitar una conexión de entre10 Mbps para una resolución mínima, hasta unos 50 Mbps necesarios para reproducción 1080 p a 60 FPS. Para cubrir los requisitos en el sentido upstream el límite suele estar en los 60 ms de latencia en la red (se recomienda un mínimo de 40 ms). Estos requisitos exigen no solo una conexión a Internet rápida y moderna, sino un router de acceso capaz de gestionar y encaminar el tráfico de forma fluida.
¿Qué técnicas se pueden adoptar en los routers para cubrir las necesidades planteadas?
Vistos los requisitos en el sentido downstream, se requiere un equipo capaz de encaminar tráfico caracterizado por largas sesiones continuas de gran ancho de banda. La solución para esto se puede afrontar mediante el uso de routers con procesadores potentes capaces de mover mucho tráfico, aunque estas necesidades de procesamiento pueden ser paliadas gracias el empleo de aceleradores de tráfico, ya sean hardware o software.
En el sentido upstream, el tráfico puede ser caracterizado como tráfico a ráfagas, muy sensible a la latencia. Por este motivo, el uso de procesadores potentes y aceleradores de tráfico pueden no ser suficiente Aquí se puede añadir a la ecuación el QoS. Para acelerar el tráfico de los servicios de cloud gaming, primero hay que ser capaz de identificarlo para después otorgarle una prioridad superior al resto del tráfico encaminado por el router. Aún así, hay proveedores como el mencionado GeForce NOW, que aconsejan desactivar el QoS en caso de que el router de acceso no sea capaz de priorizar correctamente el tráfico destinado a sus servicios.
Y como bonus, y en caso de acceder a Internet mediante conexión Wi-Fi, hay que procurar conectarse al router mediante el estándar 802.11AC en el canal de 5 GHz, que soporta las máximas velocidades actuales, dado que en el canal de 2,4 GHz, la velocidad y el retardo se ven afectados. Aunque, no lo olvides, siempre será preferible conectarse directamente al router de salida.