Aunque las conexiones de banda ancha ultrarrápidas (con una velocidad mínima de 30Mbps) están a la orden del día, cada vez más clientes demandan servicios capaces de transmitir más datos sin que el rendimiento se resienta. Sirva como ejemplo el aumento del teletrabajo ligado a la pandemia COVID.
A modo de respuesta, los gobiernos de todo el mundo han establecido una serie de políticas y comprometido unos fondos para acelerar la instalación de infraestructuras de red de alto rendimiento. Por ejemplo, en 2018, el gobierno británico presentó su plan de revisión del futuro de las telecomunicaciones (“Future telecoms infrastructure review”) con el objetivo de dotar al país de una red nacional fibra de banda ancha antes del 2033.
De la fibra de banda ancha a la conectividad de banda ancha gigabit
En 2019, Johnson subió la apuesta en su programa electoral y se marcó el objetivo de “implantar una red nacional de banda ancha gigabit antes de 2025”. Tras las elecciones, la promesa se desinfló, pero resulta interesante señalar el cambio de terminología (de “fibra de banda ancha” a “banda ancha gigabit”). Ya no se hacía mención específica al tipo de tecnología, asumiéndose por tanto que tanto la fibra como las redes inalámbricas 5G son herramientas válidas para implantar la infraestructura gigabit en Reino Unido y garantizar el mayor rendimiento posible. En otras palabras, gracias a la tecnología 5G, las redes inalámbricas pueden competir seriamente con la fibra.
Y este es el reto al que se enfrentan los instaladores de red a la hora de ofrecer capacidad gigabit. La banda ancha ultrarrápida ya instalada suele provenir de una arquitectura de red híbrida avanzada de fibra/cobre (tecnología FFTC). El tráfico de red fluye por cables de fibra desde puntos de conexión situados en la calle y, más tarde, por cables telefónicos de cobre hacia instalaciones individuales. La velocidad de la red desciende a medida que aumenta la distancia entre los puntos de conexión de la calle y las instalaciones privadas, puesto que la señal se va degradando según avanza por el cable de cobre. Este problema se agudiza a medida que la capacidad de rendimiento de la red aumenta.
Este problema de conexión de “última milla” puede resolverse empleando una red de fibra 100% (tecnología FTTP), en la que los cables de fibra van desde los puntos de conexión hasta las instalaciones del cliente. Alternativamente, se podrá recurrir a una solución inalámbrica de “última milla” basada en accesos inalámbricos fijos 5G. Pero ¿qué enfoque es mejor? Más abajo analizaremos los factores clave para tomar esta decisión y veremos cómo combinar fibra y tecnología inalámbrica para que las empresas cuenten siempre con redes operativas.
Uno de los principales problemas de la fibra es el coste de su instalación. Cavar el suelo e insertar cables de fibra resulta arduo y costoso. Justificar estos costes resulta fácil en áreas densamente pobladas, pero no tanto en zonas rurales con poca población y menos clientes potenciales.
Las zonas rurales también pueden presentar otros retos asociados a la fibra (muchos de ellos medioambientales). El cableado de fibra requiere grandes extensiones de terreno sin obstáculos entre conexiones, por lo que habrá que obtener permisos de concejos locales y terratenientes privados. Esto puede traducirse en importantes retrasos y costes antes de que comience la instalación.
Estos escenarios desincentivan a las empresas que desean abrir filiales en zonas rurales por motivos comerciales o logísticos. Éstas se enfrentarán a un aumento en los costes (ya que los proveedores de red querrán recuperar su inversión en cableado) y deberán asumir los gastos de conectar la fibra a los equipos del cliente. Y lo que es peor: el proveedor de red puede decidir no invertir en fibra ni ofrecer este tipo de conexiones.
Acceso inalámbrico fijo 5G vs fibra – ¿Qué opción es mejor?
La simplicidad de las instalaciones de acceso inalámbrico fijo 5G
En cambio, la conectividad 5G puede ser mucho más fácil de ofrecer. Una infraestructura 5G puede empezar con una conexión sólida a un punto de fibra en la calle (o a otro nodo de agregación) y complementarse con pequeñas estaciones base, de fácil instalación, en mobiliario urbano y azoteas de edificios. Estas estaciones pueden instalarse estratégicamente para evitar grandes obstáculos (como bosques o valles) y salvaguardar zonas protegidas mientras ofrecen conectividad ininterrumpida.
Además de que la tecnología 5G no precisa obras ni requiere asumir los costes materiales de la fibra, los usuarios pueden integrarla de forma mucho más barata y sencilla. Pueden montar la red ellos mismos, con un router previamente configurado que les suministre la compañía de red (sin precisar la visita de un ingeniero de instalación).
Dicho esto, aunque la tecnología 5G requiere menos inversiones de capital que la fibra, los gastos operativos son más altos (p.ej., costes eléctricos y de mantenimiento). Sin embargo, es importante destacar que estos costes se mitigan porque las inversiones en 5G no sólo benefician a las redes de acceso inalámbrico fijo. Las redes móviles 5G también pueden hacer uso de la infraestructura que emplean las redes de acceso inalámbrico fijo 5G (sean pequeñas celdas o grandes postes). Este hecho brinda a las operadoras nuevas vías para amortizar sus costes.
El rendimiento de la tecnología de acceso inalámbrico fijo 5G permite instalar un gran número de aplicaciones
Decantarse por la tecnología de acceso inalámbrico fijo 5G o por fibra no depende sólo del coste. A diferencia de lo ocurrido con las primeras versiones de las redes inalámbricas (incluyendo las tecnologías 4G/LTE), el acceso inalámbrico fijo 5G ofrece un rendimiento equivalente o superior al de la fibra. Los negocios pueden beneficiarse de operar en zonas más baratas y menos pobladas que las grandes urbes (incluso si emplean aplicaciones con una alta tasa de transmisión de datos, como las de realidad aumentada o realidad virtual). La tecnología 5G también puede gestionar aplicaciones IoT críticas en entornos industriales (como fábricas inteligentes o el mantenimiento de instalaciones conectadas), en las que un fallo operativo puede tener implicaciones costosas o peligrosas para empleados y agentes.
En vista de que la tecnología de acceso inalámbrico fijo 5G, y muy particularmente la banda de frecuencia de 60GHz, puede ofrecer velocidades gigabit de muy baja latencia, resulta una solución idónea para proyectos IoT a gran escala. Estas soluciones son ideales para fabricar o desarrollar aplicaciones IoT lejos del último punto de conexión con fibra. En zonas en las que la fibra todavía no esté presente y no se espere vaya a estar disponible, la tecnología de acceso inalámbrico fijo 5G podrá instalarse rápidamente y ofrecer a todos el mismo acceso a conexiones con velocidad gigabit.
La rápida expansión de la tecnología de acceso inalámbrico fijo 5G, su presencia ubicua y su fácil instalación la convierten en una opción atractiva para empresas (incluso las ubicadas en ciudades en las que la se pueda optar por fibra). En abril de 2021, por ejemplo, Verizon lanzó un servicio de acceso inalámbrico fijo 5G para clientes corporativos en 24 ciudades basado en redes mmWave de alta velocidad (banda ultra ancha 5G). Este servicio actuaría, por tanto, como alternativa al cable.
Del mismo modo, las conexiones inalámbricas pueden resultar más atractivas que las de fibra para un gran número de clientes (por ejemplo, grandes marcas con muchos locales, soluciones POS, tiendas temporales y redes en trenes u otros vehículos). Establecimientos temporales (como festivales de música, eventos deportivos y zonas en construcción) también se beneficiarían de una instalación rápida y sin obras de ingeniería civil.
Lograr una capacidad de recuperación WAN
Además, la tecnología de acceso inalámbrico fijo 5G y la fibra (o el cobre) se pueden combinar en empresas como bancos, donde garantizar las conexiones permanentes e ininterrumpidas resulta esencial. Las oficinas ya suelen contar con conexiones por cable, pero se podrá aumentar su capacidad de recuperación al añadir un enlace de respaldo 5G FWA en paralelo a la conexión por cable. Establecer una conexión inalámbrica no es sólo más barato y sencillo que instalar un segundo cable, sino que además evita problemas comunes que afectan a los cables (como una avería accidental fruto de una excavación).
Teldat está bien posicionada para ayudar a clientes interesados tanto en la tecnología FWA 5G como en fibra, y ofrece una amplia gama de routers WAN con conexión por cable y dispositivos 5G. El router corporativo Teldat M8Smart para instalaciones de cliente combina conectividad 5G y fibra, mientras que el modelo Teldat-5Ge aporta conexiones 5G a routers con conectividad integrada o mala cobertura.