Aún en plena digestión de la que podríamos denominar como la primera década del Cloud, y ya se nos sugiere imparable, aunque, a la par, propia de nuestra condición natural como seres humanos, la necesidad de desvelar cuál será el siguiente “futurismo tecnológico” que nos aguarda. What’s next?
Aunque es relativamente reciente nuestro acomodo en esta joven y digitalmente transformada era, donde, apenas hace tan solo unos pocos años nos hallábamos en pleno proceso de recompilar, necesariamente, nuestra vieja semántica e incluir, como acepción, el concepto de un nuevo tipo de “hidrometeoro” (ahora definido en términos de GHz, Petabytes o IOPS) el continuo dinamismo de los negocios, de los mercados en los que operan, así como su insaciable imperativo por conseguir procesos cada vez más ágiles, no cesa de reclamar mucho más de los actuales procesos de comunicación “humano-máquina”.
Si bien el cloud ha conseguido romper las leyes del espacio-tiempo, haciendo posible que tecnologías e infraestructuras IT acompañen y se adapten a las necesidades cambiantes de nuestros diferentes modelos de negocio en cualquier recóndito punto del mundo mediante despliegues y modelos de gestión prácticamente instantáneos, y con tan solo disponer de una conexión a Internet, aún con todo, parece que el siguiente reto tecnológico va dirigido a dar un paso más en el proceso de humanización y agilización del ecosistema IT que nos sostiene y, por ende, de nuestros negocios.
En el punto de mira: el reemplazo de ancestrales pantallas y menús de navegación, por un modelo de user experience dirigido claramente a facilitar un proceso de comunicación más humano e instantáneo con nuestras “nubes”. Con la voz e inteligencia artificial como actores principales sobre los que resolver la lógica de selección, ejecución y respuesta a acciones digitales del día a día del usuario.
¿No sería realmente espectacular “dialogar” sobre la selección de tu hotel, tus billetes de avión o la misma compra de los souvenirs que te gustaría traerte de tu próximo destino vacacional, sin más esperas frente a una pantalla que la interacción que, en cada momento, fuera requerida por tu asistente virtual, quien, además, permanece en continuo entrenamiento, a favor de tener un conocimiento, cada vez más preciso, de tus preferencias?
Si damos un ligero paseo alrededor de algunos de los actuales y más sonados pioneros tecnológicos que ya han empezado a moverse en este contexto, como Amazon, Google o Apple, vemos cómo ya es claramente manifiesta, en proporción con los órdenes de magnitud económica que mueven proyectos como Alexa, Google Assistant o Siri, la carrera por dar con la solución que finalmente lidere y, así mismo, condicione ineludiblemente la manera mediante la cual las actuales plataformas, llamadas Software as a Service (SaaS), interactúen con sus usuarios. Sistemas que ya no solo proporcionan al usuario un sistema de búsqueda guiado por comandos de voz, sino que aprenden de las pautas de comportamientos y hábitos de este, desde diferentes fuentes de información (como su actividad en el social media), para hacerse cada vez más proactivos y eficientes.
Por lo tanto, entramos en una nueva era donde, bien un asistente virtual similar a Siri, Alexa o Google Assistant, irrumpiendo en nuestros dispositivos móviles para compartir con nosotros el resultado de una operación de red que fue programada semanas atrás, o una conversación por Slack o Skype para activar una tarea de administración que involucra diferentes sistemas, revolucionará la manera en que nuestros equipos entienden y procesan, con éxito, los particulares requerimientos de modelos de negocio, en cada momento.
En Teldat ya podemos hablar de soluciones de “comunicaciones as a service”, las cuales han revolucionado la manera de resolver y administrar complejos despliegues de red, abstrayendo al usuario final de cualquier necesidad de adquirir complejos conocimientos.